La segunda tribu de los judíos en
Medina estaba preocupada por el creciente poder de Mahoma y las agresiones que
fomentaba. Urdieron un plan en su contra pero Mahoma, que siempre contó con
buena inteligencia, se enteró y asedió su fortaleza.
Estos judíos eran granjeros que
cultivaban unas palmeras que daban dátiles de gran calidad. Mahoma quemó muchas
de estas palmeras, lo que encolerizó a los judíos, que le echaron en cara: «Has
prohibido la destrucción innecesaria y has considerado culpables a los que
destruyen por capricho. Ahora haces aquello que tú mismo prohíbes».
A pesar de eso, los judíos no tenían
apoyos y llegaron a un acuerdo con Mahoma. Podían marcharse con las
pertenencias que pudieran cargar, siempre que no fueran armas o armaduras.
Incluso derribaron sus casas para poder llevarse las vigas de madera, que eran
valiosas en Arabia, donde no crecen los árboles. Como no hubo lucha, Mahoma se
quedó con el 100 % del botín, que gastó en su familia y en comprar armas para
la yihad.
Para hacer frente a las críticas, el
Corán aportó nuevas revelaciones. Fue
Alá el que descargó su venganza, provocado por los judíos.
Extracto del Corán:
59:2 Fue Él el que hizo que la Gente del libro [los judíos] se marchase
de sus hogares en busca del primer exilio. No pensaban que tendrían que irse,
convencidos de que su fortaleza podría protegerles de Alá. Pero la ira de Alá
les alcanzó allí donde no la esperaban y llenó de terror sus corazones, por lo
que destruyeron sus hogares con sus propias manos y con las manos de los
creyentes. Haced caso a la advertencia de este ejemplo, vosotros que tenéis
ojos para verlo.
Extracto del Hadiz Sahih Bukhari:
B4,52,153 Dado que las propiedades de los judíos que Alá había entregado
a Mahoma no habían sido ganadas por los musulmanes con el uso de sus caballos y
camellos, estas pertenecían exclusivamente a Mahoma. Él dio a su familia la
asignación anual y gastó el resto en armas y caballos para la yihad.
Extracto de La Sira:
I654 Los judíos tuvieron la enorme suerte de que Alá les dejó marchar
con algunas de sus posesiones terrenales. Salieron con vida y Alá no les mató,
aun así arderán en el infierno porque se opusieron a Mahoma.
Comentarios del autor:
Puesto que los kuffar eran los
enemigos de Alá, cualquier acto que Mahoma cometiese en su contra estaba
siempre justificado. Su doctrina de la yihad tomaba forma como un tipo de
guerra total contra los kuffar. Él no aceptaba limitaciones a su capacidad para
iniciar la guerra, porque Alá era la justificación constante ante las reglas
que pudiera romper. Mahoma ya llevaba tres años en Medina.
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