Los capítulos
anteriores han tratado sobre el impacto del islam en gobiernos y universidades.
En este vamos a centrarnos en el modo en el que influencia a los medios de
comunicación.
Dinero
News Corporation de
Rupert Murdoch es una de las mayores empresas de telecomunicaciones del mundo.
Un príncipe saudí es propietario del 7 % de las acciones de la empresa con un
valor aproximado de tres mil millones de dólares estadounidenses[1]. En noviembre de 2005, dos jóvenes musulmanes
murieron electrocutados mientras huían de la policía tras cometer un delito.
Los musulmanes en distintas regiones de Francia salieron a la calle noche tras
noche a quemar coches y edificios. Un periódico británico publicó lo que
aparece a continuación[2]:
El príncipe Alwaleed
bin Talal bin Abdul aziz Al-Saud informó en una conferencia en Dubái que había
telefoneado al señor Murdoch tras ver un titular en una cadena de noticias que
describía las revueltas como «disturbios musulmanes».
«Llamé por teléfono a
Murdoch y le dije que hablaba no como accionista, sino como espectador de la
cadena Fox. Le dijo que esos no eran unos disturbios musulmanes, simplemente
eran disturbios». Esta es la cita que publicó la revista Campaign Middle East
sobre dicho discurso.
«Investigó lo sucedido
y llamó a la cadena Fox, media hora después la noticia había cambiado de
“disturbios musulmanes” a “disturbios civiles”».
Intimidación
A menos que viva en
Marte desde hace unos años, seguramente recuerde el caso de las viñetas
danesas. Un periódico danés decidió exponer la (relevante) erosión sufrida por
la libertad de expresión. Para ello, publicó una serie de caricaturas que se
burlaban del islam y Mahoma. Aunque al principio la respuesta fue tímida, un
imán, que había recibido la ciudadanía danesa sin problemas, se dedicó a
recorrer Oriente Próximo alimentando el odio hacia Dinamarca y todo lo danés.
Se estima que las revueltas resultantes, así como la violencia y los ataques
económicos le han costado a los daneses unos 170 millones de dólares
estadounidenses. Los ánimos se calmaron después de que el periódico y el
gobierno danés emitiesen una disculpa servil pero desde entonces los dibujantes
de las viñetas han entrado en la creciente lista de periodistas que necesitan
protección contra los musulmanes las veinticuatro horas del día, los siete días
de la semana. Está claro que antes de que cualquier agencia de prensa decida
criticar (o incluso explicar la verdad sobre) el islam, tendrá que tener en
cuenta las posibles consecuencias.
Educación
Los periodistas que
cubren las noticias sobre el islam y Oriente Próximo suelen ser especialistas
que han cursado estudios sobre la región en la universidad. La gran mayoría de
estas cátedras suelen estar financiadas por petrodólares de Oriente Próximo
(véase el capítulo 21 de este libro).
Gobierno
Aunque en teoría
creemos en la prensa libre; en la práctica el gobierno siempre ejerce una
cierta influencia mediante una mezcla de amenazas,
recompensas, favores, etc. Es por tanto de esperar que el islam aproveche su
poder con los gobiernos para presionar a los medios de comunicación, sobre todo
a los que dependen de la financiación pública, como la BBC, cuyo servicio de
noticias árabes se ha enfrentado a graves críticas por su postura en defensa de
la yihad. Muchos opinan que los medios de comunicación están en manos de judíos
y que les favorecen. Si ese fuera el caso, veríamos muchos programas o
artículos realmente críticos con el islam.
Con un nivel de control
sobre el gobierno, los medios de comunicación y las universidades, el islam es
capaz de influir en prácticamente todas las demás instituciones en nuestras
sociedades. Algunos ejemplos obvios son las escuelas (las públicas con
profesorado formado en las universidades), la policía (institución pública),
las editoriales (véase lo comentado antes sobre la prensa), el sistema judicial
(depende de fondos públicos y sus integrantes se han formado en las
universidades), los ayuntamientos locales (los votos musulmanes), etc. Con un
poco de suerte, a estas alturas ya habrá comprendido el motivo por el que nunca
había escuchado la historia de la vida de Mahoma y la importancia que tiene
para la sociedad actual.
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