Por lo que sé sobre las
tácticas británicas para este tipo de situaciones, me resultaría lógico asumir
que la división que se hizo de Oriente Próximo debería haber dado al país un
cierto grado de control sobre los yacimientos de petróleo de relevancia
estratégica, que descubrieron y desarrollaron británicos y estadounidenses en
la zona.
Aunque no cabe duda de
que los británicos y estadounidenses no jugaron del todo limpio en la región y
apoyaron a regímenes terribles para que el suministro de petróleo no se
detuviera, esto también pasaba en el resto del mundo.
Si bien la tendencia en
otras partes del planeta ha supuesto la entrada de la democracia tras la
desaparición de estos regímenes brutales, en el mundo islámico esto aún no ha
sucedido. El islam considera que la democracia es una abominación, porque sitúa
a las leyes creadas por los hombres por encima de la Ley de Alá (Sharía). Por
este motivo, cualquier intento de imponer la democracia en un país islámico
seguramente fracase. Los partidos islámicos sencillamente se encargarían de
ganar las elecciones y luego trabajarían para reemplazar la democracia con la
Sharía (como está pasando en Pakistán).
Por este motivo, las
sociedades islámicas tienden hacia el gobierno teocrático totalitario (Sharía)
o a tener un dictador lo suficientemente brutal como para evitar que eso
ocurra. Los intentos de democracia suelen ser fracasos estrepitosos (Irak,
Afganistán y Argelia) o están apoyados por un ejército secular (Indonesia y
Turquía). En el caso de Malasia, país en el que los británicos han invertido
mucho dinero y vidas humanas para convertirlo en una democracia funcional, solo
un partido (musulmán) ha ocupado el poder desde su independencia, lo que sugiere
que, en el fondo, no es del todo tan democrático. A medida que las poblaciones
musulmanas incrementen su número en las democracias occidentales en las
próximas décadas, es probable que experimentemos los mismos problemas.
Durante el periodo de
control occidental del territorio islámico, el islam perdió gran parte de su
poder político explícito y sobrevivió principalmente como religión. Los
musulmanes disfrutaron de un periodo de relativa libertad. Las mujeres podían
caminar sin velo, muchos podían acceder a la educación secular y la obsesión de
la yihad quedó relegada. Por desgracia para los musulmanes, una cultura no
cambia con facilidad en unas pocas décadas y las sociedades islámicas seguían
cargando con muchas prácticas que retrasaron considerablemente el progreso
económico.
La única industria que
floreció fue la del petróleo, controlada sobre todo por empresas occidentales y
que no podía desplazarse a otros territorios. La mayoría de las ganancias que
aportaba esta industria para esos países se perdía debido a la corrupción.[1]
En 1928 un profesor de
un colegio en Egipto llamado Hasan al-Banna fundó la Sociedad de los Hermanos
Musulmanes. Este era un grupo fundamentalista que se dedicaba a volver a
introducir las enseñanzas islámicas tradicionales (el Corán y la Sunnah) y la Ley Sharía en el mundo musulmán, además de
imponer a la fuerza el dominio del islam en todo el mundo. Si bien creían en el
uso de la violencia para conseguir sus metas, entendían que Occidente era
demasiado poderoso para derrotarlo de esa manera y, en su lugar, decidieron
usar otras de las tácticas de la yihad como la taquiya o santo engaño, la
corrupción y la infiltración.
A pesar de que las
relaciones entre los Hermanos Musulmanes y muchas de las dictaduras seculares
árabes son tensas y a menudo sangrientas, han recibido una calurosa acogida en
los estados del Golfo. Un buen número de árabes acaudalados comparten los
mismos objetivos que la hermandad y cuentan con el dinero para poner en marcha
sus planes. Una de las divisiones que brotó de la hermandad es Al Qaeda y se
puede ver esta estructura en esa organización, con el millonario saudí Osama
bin Laden al mando, proporcionando fondos, mientras el liderazgo espiritual
proviene del número dos de la estructura, el egipcio Al Zawahiri y las
destrezas de planificación y organización (al menos en el caso de los ataques
del once de septiembre) las aporta el egipcio Khalid Sheik Mohammed.
El lema de los Hermanos
Musulmanes es:
«Alá es nuestro
objetivo; el Profeta es nuestro líder; el
Corán es nuestra ley; la Yihad es nuestro camino; morir por Alá es nuestro
mayor deseo»
Los Hermanos Musulmanes
ejercen control sobre una serie de grupos yihadistas violentos como Al Qaeda y
Hamas pero también influyen a muchos otros que no apoyan la violencia de forma
abierta. La siguiente es una lista de las organizaciones con las que cuenta en
Norteamérica:
·
Publicaciones del NAIT
·
La
Asociación de Científicos e Ingenieros Musulmanes
·
La
Asociación de Científicos Sociales Musulmanes de Norteamérica
·
Centro Audiovisual
·
Baitul Mal, Inc.
·
Fundación para el Desarrollo International
·
Instituto International del
Pensamiento Islámico
·
Comité
Islámico por Palestina (grupo matriz del Consejo de relaciones
Estadounidenses-Islámicas)
·
Servicio del Libro Islámico
·
División de Centros Islámicos
·
Círculo Islámico de
Norteamérica
·
Departamiento de Educación
Islámica
·
Cooperativa Islámica de
Alojamiento
·
Centro de Información Islámica
·
Asociación Médica Islámica de
Norteamérica
·
La
Sociedad Islámica de Norteamérica (ISNA)
·
Comité Fiqh de ISNA
·
Comité
de Concienciación Política de ISNA
·
Centro de Enseñanza Islámica
·
Grupo de Estudio Islámico
Malasio
·
Mercy International Association
·
Asociación de Jóvenes Árabes
Musulmanes
·
Asociación de Empresarios
Musulmanes
·
Asociación de Comunidades
Musulmanas
·
Asociación de Estudiantes
Musulmanes
·
Jóvenes Musulmanes de
Norteamérica
·
Fundación Islámica
Norteamericana (NAIT)
·
Fondo
para los Territorios Ocupados (luego Fundación para la Ayuda y Desarrollo de
Tierra Santa)
·
Asociación
Unida para Estudios e Investigación
Imagino que este patrón
se repite en la mayoría de los países, sobre todo en las democracias
occidentales. En Reino Unido, la mayor organización islámica es el Consejo
Musulmán para Gran Bretaña, que es una organización de la hermandad. Después de
que se publicase la lista se cerró la Fundación para Tierra Santa tras ser
llevada a juicio con éxito por financiar organizaciones terroristas en los
territorios palestinos (Tierra Santa). CAIR fue identificado como coautor no
procesado.
[1] http://cpi.transparency.org/cpi2011/results/#CountryResults
– Índice de corrupción 2011. Del listado de 10 países con menos corrupción, 9
son mayoritariamente cristianos. De los 10 países con más corrupción, 6 son de
mayoría musulmana.
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