Saturday 8 August 2015

9 Abrogación del Corán



Cuando vivía en La Meca, Mahoma estaba rodeado de enemigos. Aunque en esa época, lanzaba amenazas, nunca se comportó de forma violenta. Ahora ya era una fuerza política y decidió cumplir las amenazas del pasado. El Corán refleja de forma clara este cambio. Dado que no está en orden cronológico, hacer esta distinción no es una tarea sencilla para un seglar. Sin embargo, una vez que se ordena el Corán cronológicamente resulta fácil de ver.
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Extracto del Corán de La Meca:
88:21 Avísales, porque tu función [Mahoma] es simplemente la de avisar. No tienes autoridad
sobre ellos, pero Alá castigará de forma terrible al que te ignore y no crea.

Comparémoslo con el posterior Corán de Medina:
8:12 Entonces el Señor habló a sus ángeles y dijo: «Estaré con vosotros. Dad fuerza a los creyentes. Llenaré de terror el corazón de los kuffar, cortadles la cabeza y las yemas de los dedos». Esto porque se oponían a Alá y su mensajero. Los que se oponen a Alá y a su mensajero serán castigados severamente por Alá. Decimos: «¡Esto es para vosotros! Probadlo y sabed que los kuffar recibirán el tormento del fuego».

Mahoma dejó claro que siempre que hubiera una contradicción en el Corán, el verso más antiguo sería abrogado (quedaría reemplazado) por el más reciente. Dado que el Corán no se escribió siguiendo un orden cronológico, resulta imposible comprender el texto sin saber cuáles de los versos se han abrogado. Los musulmanes a menudo señalan las citas no violentas del Corán de La Meca, pero no son capaces de decir que estos versos han sido reemplazados por versos posteriores.
Ahora quiero que se concentre, porque voy a explicar una faceta muy importante del islam que resulta un tanto compleja, pero que es relevante para comprenderlo.
Tal y como hemos visto, los versos posteriores del Corán reemplazan a los que se escribieron antes y ya sabemos que el Corán es considerado la palabra perfecta de Alá. De acuerdo con la lógica occidental, cuando dos cosas se contradicen una a la otra, una debe estar equivocada. Sin embargo, la lógica islámica opina que dos cosas pueden contradecirse y al mismo tiempo ser las dos correctas.
El Corán le dice a los musulmanes que sigan el ejemplo de Mahoma, pero ¿cuál de los ejemplos? En La Meca, Mahoma nunca usó la violencia contra los kuffar y al inicio hasta se mostraba algo tolerante con otras religiones. Una vez en Medina, Mahoma recurría a la violencia casi todo el tiempo para conseguir sus objetivos y no mostraba la más mínima tolerancia hacia los kuffar.
El Corán de Medina es posterior y por tanto abroga los versos del Corán de La Meca pero, este último sigue siendo válido, porque el Corán (y Mahoma) es perfecto. Por lo que un musulmán puede seguir cualquiera de los ejemplos, aunque es mejor el de Medina dado que es posterior. Entonces, ¿cómo se sabe cuál se debe elegir? Como de costumbre, debemos fijarnos en el ejemplo de Mahoma. En La Meca, Mahoma no era poderoso y estaba rodeado de enemigos. Durante ese tiempo, él predicaba sobre tolerancia y la no violencia. Cuando emigró a Medina, se convirtió en un hombre poderoso y empleaba la violencia con frecuencia para lograr sus metas.
El ejemplo de Mahoma sobre cómo debe comportarse un musulmán no es siempre coherente sino que varía de acuerdo con las circunstancias. Cuando no te encuentras en una situación de poder, es mejor callarse y no llamar la atención. Hay que aprovechar ese tiempo para aumentar tu fuerza y el número de seguidores, hasta obtener el poder necesario para iniciar la yihad. Este es el ejemplo de Mahoma, o «Sunnah», que aparece en el Hadiz (tradiciones de Mahoma) y en
La Sira (su biografía).

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